Firma mexicana Pineda Covalin, la cual está cosechando el producto de 11 años de esfuerzo y lo refleja con una creciente presencia en tres continentes diferentes: América, Europa y Asia.
El año 1996 fue crucial en la vida de Cristina Pineda y Ricardo Covalin. Entonces se les presentó un proyecto que con el paso del tiempo se convirtió en el negocio de su vida. Bajo la tutela del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ambos diseñadores realizaron una colección de corbatas y mascadas. La idea era bastante original pues la inspiración surgió a partir de las culturas prehispánicas que florecieron hace varios siglos en México.
Cristina y Ricardo decidieron asociarse para crear una marca propia: Pineda Covalin. El objetivo de sus creaciones es dignificar y difundir la riqueza cultural mexicana; lograr que el público, nacional y extranjero, vista con una prenda inspirada en el arte de las diferentes etnias de una forma sofisticada y vanguardista.
Cristina y Ricardo decidieron asociarse para crear una marca propia: Pineda Covalin. El objetivo de sus creaciones es dignificar y difundir la riqueza cultural mexicana; lograr que el público, nacional y extranjero, vista con una prenda inspirada en el arte de las diferentes etnias de una forma sofisticada y vanguardista.
El escepticismo mostrado por el público nacional significó un segundo obstáculo por superar, quizá el más importante.
El mérito de Cristina Pineda y Ricardo Covalin estuvo en la confianza puesta en su idea. Los emprendedores demostraron que puede haber una marca mexicana bien hecha y a la altura de las grandes casas de moda. Hoy, los productos de Pineda Covalín se pueden observar en las vitrinas de sus ocho tiendas propias, en las esquinas ubicados en tiendas departamentales y en diversos países del mundo: Puerto Rico, El Salvador, España, Francia, Japón, Estados Unidos y Canadá.
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